He leído hace unos días una noticia que no es del todo reciente pero yo nunca había oído hablar de algo así. Investigadores del hospital St. Vincent´s de Sidney y del Instituto de Investigación Cardiaca Victor Chang (Australia) han descubierto una técnica que permite que los corazones que ya han parado de latir después de 20 minutos, vuelvan a hacerlo para poder trasplantarlos a pacientes. En mi opinión es una gran noticia porque, de ponerse en práctica, ampliaría el número de corazones para ser trasplantados, ya que hasta el momento los trasplantes se realizan con órganos latientes extraídos de pacientes con muerte cerebral.
De momento ha sido probado en tres pacientes y dos de ellos han tenido una buena recuperación.
La nueva técnica consiste en coger un corazón que ha dejado de latir y revivirlo en una máquina llamada ‘heart-in-a-box’ . Gracias a esa máquina, el corazón se mantiene caliente y se restablece su latido. También se utiliza un fluído nutritivo que reduce el daño al músculo del corazón.
Esta técnica también evitaría problemas éticos que hay en muchos países en los que no se reconoce la muerte cerebral. Podemos pensar, por lo tanto, que este descubrimiento no tiene nada de malo pero si podemos decir que tiene un inconveniente, el gran gasto que supone porque solo el coste de los elementos desechables de la máquina puede alcanzar los 31.500 euros por tasplante.
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