
Ocurre que mi madre, tras más de 10 oposiciones a su espalda
pasó por los mismos nervios o peores y se propuso buscar soluciones eficaces y
una amiga que trabaja en una herboristería le dio este remedio. Lo único que
hay que hacer es respirar por la nariz 4 segundos, aguantar la respiración 7
segundos y finalmente expulsar este aire por la boca durante 8 segundos. Ella
le explicó que esta técnica tiene un efecto químico en el cerebro y lo que
permite es moderar el ritmo cardíaco lo que produce un efecto calmante y me
dejaría dormir y descansar al fin.
Peeeerooo… ¿Cómo funciona realmente?
Entonces, cuando estás nerviosa, estresada o inquieta, la
adrenalina se incrementa notablemente en nuestra sangre por lo que produce que
el corazón bombee rápido y como consecuencia nuestra respiración acelera.
Asique lo que este truquillo realiza es calmar el ritmo cardíaco, permitir la
correcta circulación de la sangre por los vasos sanguíneos y eliminar las toxinas del sistema. Mi
experiencia personal es recomendable, al principio cuesta aguantar todo el aire
y expulsarlo correctamente pero cuestión de practicar la respiración
diafragmática correctamente y poco a poco vamos siendo capaces de realizar el
ejercicio correctamente.
Os invito luego a que probéis esta novedosa técnica
explicada por el Dr. Andrew Weil y nos evita la respiración agitada que
producen un efecto perjudicial en nuestro cuerpo y corazón. Otros
ejercicios de relajación a través de la respiración nos benefician de manera tan positiva como que ayudan
a mantenernos relajados y con un corazón y mente sano a su vez. Asique ya sabéis,
inspira, expira .
Laura Martínez Teira
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